Aprender idiomas supone un esfuerzo, pero si además tenemos la necesidad de hacerlo en un tiempo récord la dificultad se incrementa. Existen programas exprés que proponen al alumno un aprendizaje rápido, pero de nada valen si no añadimos esfuerzo y dedicación. En cualquier caso, los expertos aseguran que lo más efectivo es hacer una inmersión en un país en el que se hable el idioma que quieres aprender.

Todos los seres humanos nacemos con el instinto innato de aprender y los expertos aseguran que cualquiera que hable un idioma, tal y como hacemos cualquiera de nosotros con nuestra lengua natal, es capaz de aprender otro. Sin embargo, somos nosotros mismos los que a veces ponemos freno al aprendizaje de otro idioma al considerar que es demasiado difícil. Si, además, tenemos la necesidad de dominar otra lengua en poco tiempo, el resultado se nos antoja casi imposible.

Partiendo de la base de que existen idiomas más complicados que otros, los expertos aseguran que aprender una lengua en tiempo récord es posible, pero para ello se necesita dedicación y práctica por nuestra parte y, a ser posible, un buen método de enseñanza y un excelente profesor capaz no sólo de enseñar la lengua adecuadamente a los alumnos, sino también de mantener alta su autoestima y motivación. [Ver cursos de Idiomas]


¿Qué factores influyen?
A la hora de dominar un idioma hay diferentes aspectos que pueden influir en el tiempo que tardamos en aprenderlo. En primer lugar, el factor tiempo está determinado por la lengua que queramos aprender y lo que ésta se acerque a nuestro idioma materno. No es igual aprender portugués siendo hispanohablante, que aprender chino, japonés o árabe, por ejemplo.
También influye la necesidad que tengamos de aprenderlo y el tiempo que nos hayamos fijado para conseguirlo, en función del objetivo que queremos conseguir. No es lo mismo aprender italiano porque te gusta la musicalidad de esta lengua, que aprender japonés porque tienes posibilidad de firmar un contrato con una empresa nipona bajo el compromiso de conocer el idioma.

Otro factor que influye es el nivel que queramos alcanzar. Podemos querer aprender un nivel básico de inglés para manejarnos en situaciones cotidianas como saber pedir un café o preguntar una dirección, pero es muy distinto que querer saber alemán con el objetivo de leer al filósofo Friedrich Nietzsche en su lengua original.

También tenemos que tener en cuenta los recursos que disponemos. Si sólo podemos sacar dos horas a la semana para dar clase difícilmente podremos alcanzar un nivel elevado en poco tiempo. En cambio, si contamos con un par de meses para desplazarnos a otro país y vivir permanentemente en contacto con el idioma estaremos más cerca de conseguir nuestro objetivo.
Por último, aunque éste es un aspecto que genera gran controversia entre los expertos, podría influir la facilidad que tengamos para los idiomas y la edad con la que empezamos a aprender una segunda lengua. Hay, sin embargo, teorías que afirman que cuando una persona está bloqueada con un idioma no es porque tenga más dificultad, sino porque ella misma se siente insegura, ya que todo el mundo cuenta con la facultad de aprender otra lengua.

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